Las sombras… en la maternidad. Las…qué?

Por Marcela Paillama Álvarez, Psicóloga.

Este tema, en particular, me gusta mucho, ya que lo he vivido en mi propia maternidad y a partir de ahí, he podido verme, aceptarme, crecer, sanar, aprender y seguir aprendiendo.
Cuando he conversado de este tema con otras mujeres-madres, muchas se muestran incómodas ó miran con signo de interrogación y muchas otras, abren los ojos y me miran como diciendo “a mí me pasa lo mismo”, respiran profundo y en ese momento, se siente un alivio y un acompañarse en el ambiente.

Hablar de las sombras, no es fácil, ya que antes de ser madres, nos han mostrado el lado luminoso de la maternidad, que es maravilloso, pero también existe este otro lado menos aceptado, donde surgen emociones “negativas”, que si son expresadas abiertamente, nos hace ver como “malas madres” ó cuestionadas por el entorno.

Cuando hablamos de las “sombras”, nos referimos a un concepto acuñado por el psicólogo y médico psiquiatra Carl Jung, al referirse a los aspectos negados de un@ mism@, ya sean positivos o negativos y que por diferentes motivos se han reprimido.
En la maternidad nos enfrentamos constante e intensamente a estas sombras, que al mirarnos al espejo reflejan estos aspectos que nos cuesta ver y reconocer como parte de nosotras. El día a día, nos fuerza a vernos tal cual somos para que logremos integrarlos a nuestra personalidad y nos comencemos a mirar como un todo, con lo que aceptamos y negamos de nuestro ser.
Esta experiencia de vida, de estar con nuestrxs hijxs y a la vez con nosotras mismas 24/7, nos está invitando a sanar, aceptar y por sobretodo a crecer y aprender!!.El experimentar tantas emociones de diferente intensidad durante el día y de manera constante, nos obliga a sumergirnos en lo más profundo de nuestro ser, siendo muchas veces caótico, turbulento, desesperante y confuso, más aún,  cuando nos resistimos a VERNOS, con una mirada amorosa y contenedora.
Algunas más que otras nos resistimos a reconocer emociones y aspectos de nosotras mismas poco aceptados: enojo, rabia, frustración, desesperación, pena, que se reflejan en expresiones como “quiero estar sola”, “estoy cansada”, “no quiero escuchar la palabra MAMÁ”, “quiero salir corriendo”, “ya no doy más!”, “quiero tiempo para mí”, “quiero llorar!”, “no sé quién soy” y tantas otras!!.Todas estas emociones son válidas y es necesario reconocerlas y permitirse expresarlas en algún momento, junto a la pareja, alguna amiga o familiar cercano, ya que aliviana la carga emocional diaria, facilitando la posibilidad de sentirse contenida, comprendida y escuchada. Y pasar de vernos tan vulnerables y lábiles emocionalmente, comenzamos a ver estas “sombras” de una manera más amigable, sincera, compasiva y vamos reconociendo de a poco que son parte de nosotras y que gracias a ellas podemos ser conscientes de lo que hay que mejorar, si así lo decidimos.
Uff!!, la maternidad nos da una tremenda oportunidad para evolucionar!!Coloca de cabeza todas las ideas preconcebidas, el autoconcepto (cómo me veo a mí misma), las capacidades, los límites, prioridades, intereses, miedos, expectativas, etc. Derribando algunas y re-construyendo otras.

Somos bendecidas de experimentar tantos cambios y crisis en tan corto tiempo, el terremoto emocional nos invade con fuerza, nos sacude, nos levanta, nos bota, nos vuelve a levantar, nos desarma, nos arma y así seguimos hasta que comenzamos a revisarnos, revivir experiencias de infancia, recuerdos agradables y otros que sería mejor olvidar, sin embargo, están y llegaron para quedarse si seguimos obviando su presencia.
Vivenciar la montaña rusa de la maternidad, permite un profundo autoconocimiento, una visión más clara de lo que significa ser responsable de otro ser que depende todo el tiempo de ti y que te invita a  brillar  desde las entrañas, despertando todo tu poder interior, ese poder que hizo que esa alma sabia te escogiera en esta vida para guiar sus pasos. Tremendo regalo de la vida!!.

Sin duda, el aceptar nuestras sombras es un camino largo, que puede resultar escabroso y solitario, sin embargo, una vez que decides mirarte y transitarlo, te aseguro que será una de las mejores decisiones de tu vida, pues ahora te verás a ti misma como una mujer-madre más integra, fuerte, decidida, osada, sabia, poderosa y con la certeza que ante cualquier nueva situación que la vida te quiera invitar, sabrás desde el fondo de tu corazón qué decidir, qué hacer y decir.

Siempre una tribu será de mucho apoyo para recorrer las profundidades de nuestro ser, al compartir experiencias, nos nutrimos, aprendemos unas de otras, nos sintonizamos energética y emocionalmente, nos fortalecemos para seguir la travesía en la montaña rusa de la maternidad, que si es en compañía, se vive mucho mejor, se disfruta con todo lo que somos y el sol brilla aún más!!.

Un abrazo de mujer-madre a cada una de las que lean estas líneas y también a los hombres que quieran comprendernos, contenernos y transitar junt@s esta etapa tan transformadora de nuestras vidas.



“La maternidad es un fenómeno absolutamente misterioso. Y no me refiero sólo a la crianza del niñ@, con todas las dificultades que conlleva, sino al viaje personal que cada mujer emprende en presencia del niñ@ pequeñ@ aunque no lo sepa” Laura Gutman

Marcela Paillama. Acompañamiento a mujeres gestantes y en puerperio en el Centro Holístico Tierra Viva, el cual queda ubicado en la calle Cerro Pichincha 758, Tierra Viva. Puedes tomar horas con ella al número +569  99490445. También pueden buscarla en Facebook: Psicología y Yoga

Comentarios